y en la punta de mis dedos,
un camino, señalado.
Fusionando en mi cabeza
cada instante con el tiempo,
el motor del movimiento.
(Asi andaba)
El dolor que se desprende
ahi regocija.
Desde antes y durante y más después.
El latido, vigoroso, alborotado
me hace dueña de mi misma,
aun posesa.
De mi misma y de la tierra,
pedregal
que va a mi encuentro
y me distingue
para siempre,
de quien fui.
SilN.
Sabremos disculpar que se me dió por escribir, que va a´cer..
1 comentario:
la montaña hace parte de la realizacion de tu alma. hay siempre una salida a la fin de todos los caminos.
besos!
Publicar un comentario